La acostumbración a la mochila debe realizarse de forma gradual y positiva. Empieza dejando que tu perro explore y huela la mochila tranquilamente. Recompénsalo con golosinas y elogios cuando muestre interés o toque la mochila. A continuación, colócale la mochila durante muy poco tiempo y aumenta poco a poco el tiempo de uso y la distancia durante los paseos. Ten paciencia: cada perro necesita su tiempo para acostumbrarse a la nueva sensación.