En el interior de la mochila hay una correa de seguridad integrada a la que puedes sujetar el arnés de tu perro. Aunque se trata de una buena medida de seguridad, no ofrece una seguridad del 100 %, ya que algunos perros son muy hábiles a la hora de liberarse.

Dado que las ventanas son tan grandes que garantizan un suministro de aire suficiente, en teoría un perro podría salir. Por este motivo, recomendamos practicar siempre, si es necesario, cómo sentarse de forma segura en la mochila para que tu perro se acostumbre a la situación.